viernes, 31 de octubre de 2008

Carta a Rosa. Un mensaje taoísta para el Barrio


Encuentros
Carta a Rosa. Un mensaje taoísta para el barrio
Por: Mu-Kien Adriana Sang
“El movimiento vence al frío,
La quietud vence al calor
La calma permanente es la norma del mundo.
Encuentra la calma en el centro de tu ser.
La necesitas para ver más claro.” Pensamiento taoísta
“Las cosas son relativas,
Unas veces van por delante, otras por detrás.
Unas veces emanan calor, otras frío.
Unas veces son vigorosas; otras débiles.
Unas veces permanecen; otras caen.
Por esto, el sabio rechaza todo exceso, desecha todo lujo
Y evita toda complacencia.
Aprende a soltar y lo que merezca volverá a ti.” Pensamiento taoísta.


Querida Rosa:
Sabes que he apoyado con palabras, con acciones y simple presencia todo el esfuerzo que has hecho para hacer realidad el pedazo de cultura que reafirma nuestra existencia multicultural y bifurcada: el barrio chino.
Ha sido una verdadera proeza el haber podido tocar las puertas de los chinos del continente y los de la isla. Es decir, los taiwaneses y los de la República. Para nosotros los hijos de emigrantes chinos, ese duelo entre hermanos de sangre y de raza, no debería ser preocupación, porque somos hijos e hijas de una historia de marginación, hambre, guerra, división y desolación. Nuestros padres zarparon hacia tierras desconocidas desesperados por un futuro mejor. Aquí llegaron, aquí hicieron sus vidas, y desde sus pequeños espacios, contribuyeron al país.
El barrio chino es un homenaje a ese grupo de hombres y mujeres que llegaron desde el lejano oriente a estas tierras, y sin conocer el idioma, la idiosincrasia del nuevo país y su cultura, comenzaron a hacer sus propios espacios. Han mostrado que gracias al trabajo tesonero se puede llegar lejos. Han mostrado que el trabajo para los chinos es algo sagrado. Han dicho sin palabras que levantarse de madrugada, acostarse tarde, con jornadas laborales de 12 horas, sin días libres, es la forma más segura para alcanzar el éxito.
Cuando vi los pórticos, me sentí feliz. Imaginé a mi padre transitando bajo su manto. Al caminar por las calles del barrio, y colocarme al lado de las estatuas, volví a reencontrarme con mis ancestros, con esa parte de mi cultura que a ratos se duerme, producto de las embestidas diarias que te impone la cotidianidad.
Rosa, tú y los chinos que te apoyaron, sortearon muchas dificultades. ¿Te acuerdas que el gobierno dejó por meses los huecos enormes en las aceras y calles sin ninguna respuesta? Hoy las calles están hermosamente adoquinadas. ¿Te acuerdas que muchos dominicanos no entendían las imágenes de las óperas y alegaban que las imágenes eran diabólicas y llamaban al mal? Hoy me parece escuchar los sonidos estridentes de las óperas chinas cuando veo los artistas operáticos en plena avenida Duarte. ¿Te acuerdas que una vez el antiguo Embajador de Taiwán quiso imponerse al condicionar los aportes? La firmeza de los planteamientos, hoy ha hecho que en el seno mismo del pueblo dominicano hayamos recibido a las dos chinas, celebrando con nosotros en las diferentes festividades.
El hecho que ahora el Señor Síndico del Distrito Nacional quiera imponerse, no lo veo como una calamidad, sino como otro obstáculo a sortear. Creo que él quiere dar a conocer su autoridad, y tiene todo su derecho, al fin y al cabo fue reelecto con el voto de los electores. Cuando he visto en la prensa todos los dimes y diretes, pensé que los chinos del barrio se han dominicanizado mucho y no han vuelto a sus orígenes.
El tao aconseja la calma en momentos de violencia. Aconseja también que la mejor guerra es la que no se libra. El tao te dice que cuando la piedra ataca, debemos ser agua, porque la vida, es como el agua, que inicia y termina siempre en el mismo lugar. Ser agua es saber sortear las dificultades, bordeándola, sumergiéndola, y la piedra, aunque quiera detenernos no lo conseguirá nunca, porque el agua emerge siempre.
¿Mi consejo? Ser agua. ¿Mi consejo? Buscar la calma. ¿Mi consejo? Seguir haciendo sentir nuestra cultura, que el pueblo dominicano acuda a nuestras calles y con su presencia nos brinde su apoyo.
Por eso querida Rosa, quiero finalizar esta carta con otro pensamiento taoísta: Una gran oportunidad yace oculta en la confusión aparente. Aparecerá una señal que actuará como la punta de una madeja.”
Un abrazo y sigue siendo como eres
Mu-Kien
mu-kiensang@hotmail.com
mu-kiensang@pucmm.edu.do

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Confucio y Taoísmo



INDUSTRIA EN CIERNES

LO QUE NO SE ANUNCIA, NO SE VENDE


Dentro de muy poco, creada la necesidad, veremos una Agencia de Publicidad china en el Barrio Chino de Santo Domingo.
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